Conocido como el 'matagigantes', el 550A fue capaz de vencer a rivales más poderosos, gracias a su motor de cuatro cilindros opuestos, con 1,5 litros de cilindrada, capaz de generar 135 CV de potencia.
Fue el primer Porsche desarrollado con el único objetivo de participar en la competición.
Este hermoso ejemplar fue vendido por casi 4,5 millones de euros.